Tarea extra. 3

 

UNIVERSIDAD TECNICA DE MACHALA

                      Calidad, pertinencia y calidez

      UNIDAD ACADEMICA DE CIENCIAS EMPRESARIALES

CARRERA TURISMO

 

 

Nombre: Milena Caceres Gonzabay.

Curso: Tercero de turismo “A”

Fecha: Miércoles 27 de Enero del 2021

 

Comunidad San jose de las Tolas

La comunidad de San José de las Tolas se encuentra ubicada en el nor-occidente de la provincia de Pichincha a unos 100 km. de la ciudad de Quito (por carretera) y a 44 km. en línea recta. Es el centro de una extensa zona arqueológica llena de restos monumentales de gran importancia arqueológica y arquitectónica en la que se pueden admirar varias estructuras precolombinas y tolas. 

 

La palabra “tola” no pertenece al léxico español ni al quichua, parece más bien ser un vocablo de la población aborigen de la sierra septentrional del Ecuador, aceptado en la lengua española de la Audiencia de Quito.

En el estudio de campo nos permitió conocer e interpretarlas tolas de los barrios. Alance, San Vicente, Santa Rosa y la Chonta. De ello se concluye que se debe reconocer este lugar histórico como patrimonio cultural. Esta población cuenta aproximadamente de 14.000 habitantes. Datos que deberán conformarse en un próximo censo poblacional, ya que si bien muchos han emigrado a Quito, Otavalo u otros puntos fuera o dentro del país.

 

Las investigaciones arqueológicas emprendidas en las tolas que serían monumentales en varios sitios, incluyendo Urcuquí, Cochasquí, Socapampa, Otavalo, Pinsaquí, Gualimán y Zuleta, han expuesto pisos de plano circular de barro quemado con evidencia de moldes de postes en la cima de estos edificios.

 

La comunidad San José de las Tolas debe su nombre a la presencia de vestigios arqueológicos en la zona, principalmente tolas (montículos artificiales de tierra y cangagua); y al santo patrono al cual fue encomendada el 19 de marzo día de su fundación.

La comunidad de San José de las Tolas se ubica a 1 800 msnm. La temperatura dependiendo de la época del año, invierno y verano, fluctúa entre los 6 ºC y 30ºC. La estación lluviosa o invierno inicia en el mes de noviembre; mientras que, la estación seca o verano en el mes de mayo.

 

En Las Tolas podemos encontrar un lugar paradisíaco, en donde la calidez de su gente nos hace reflexionar en la simpleza de la vida cotidiana. Un espacio en donde los valores, costumbres y cultura no han sido olvidados. Las Tolas poseen una gran riqueza natural gracias a su ubicación geográfica, con una gran cantidad de especies de flora y fauna en su mayoría endémicas, siendo éste un motivo más para visitar el lugar. 

 

Los atractivos que presentan mayores características paisajísticas en el sector son numerosos y podrían resumirse en los siguientes: ríos Patchijal, Tulipe, Chirapi, Cristal, San José y vertientes del río Piripe; aguas minerales en el baño Yumbo; cascadas Los Dragos, El Cristal, El Palmito, Patchijal, Velo de Novia, Gallo de Peña y El Colibrí. De los atractivos citados los que reúnen características turísticas y pueden consolidarse como motivaciones de viaje son las cascadas Cristal, Los Dragos y Medicinal.

La cerámica asociada con estos sitios es típicamente de estilo local tosca denominada Caranqui, con formas comunes consistentes en un ánfora grande de cuerpo alargado y un cuenco poco profundo.

El ánfora y el cuenco poco profundo, hay dos formas más de vasijas cerámicas muy comunes en los asentamientos de los sitos-tola del Período. Uno es el comal (denominación mexicana) conocido con varios nombres locales como tiesto, chayana, cayana, o kallana, consistente en un disco grande, plano o ligeramente cóncavo, delgado, útil para cocer las tortillas de maíz, los granos de maíz, el cacao, etc., que es un objeto todavía utilizado hoy en día, especialmente en el sector rural, campesino, tanto indígena como mestizo. La otra forma es la olla trípode, utilizada para la cocción de alimentos.

Los habitantes de estas regiones vivían diseminados; las casas muy distantes las unas de las otras, las ventajas y los buenos servicios que prestaban la sociedad se dejaban sentir, especialmente cuando las calamidades de todo género azotaban a los pobladores.